lunes, 15 de noviembre de 2010

Torneo Apertura 2010
Independiente 1Olimpo 1
El que moja último...

Independiente mira el gol de Olimpo.

Independiente, después de un buen arranque en el segundo tiempo, ganaba 1-0 gracias a un derechazo de Matheu. Pero apareció Carlos Salom e hizo que Olimpo se llevara un empate a Bahía Blanca.

Hay momentos en que no hay salida. Cuando el jugar por abajo no se encuentra, cuando la gestación es escasa -por falta de inspiración, motivación o equis motivo- y el pelotazo es el principal recurso a explotar. Esto fue lo que afectó a Independiente. Este Independiente alternativo que fue programado para jugar para abajo, para tener la pelota, y lo terminó haciendo como si tuviese a Parra y a Silvera, dupla titular, paraditos como referentes de área.

En el mediocampo que ubicó Mohamed, el único encargado de la marca fue Pellerano. La idea, no así la práctica, fue clara: Gracián y Martínez a encargarse del armado y Vallés a hacer la banda derecha. No salió y Olimpo, con buen juego por los carriles, dominó el primer tiempo y hasta pudo haberse ido arriba: tuvo un tiro en el palo de Bareiro, una muy buena jugada armada entre Vega y Furch que terminó siendo tapada por Hilario Navarro y un tiro libre de Galván que se fue por muy poquito. Gómez, puro sacrificio, fue siempre la mejor cara de un Rojo que jugó sin referente de área y, pese a esto, fue propenso a abusar de los centros.

El Turco tuvo su tiempito para hablar con sus muchachos en el descanso e Independiente salió mejor a encarar el segundo tiempo. Como en la primera mitad, tuvo un buen comienzo. Y fue ahí, otra vez, que se topó con su realidad: tenía la pelota y no quién la metiera en los repetitivos centros al área. Sin embargo, Mohamed es un técnico que suele trabajar alternativas y Matheu la embocó en un córner, después de una peinada de Maxi Velázquez, para transformar la tenencia en tranquilidad.

Tranquilidad que se estiró desde esos 13 minutos hasta el final. El Rojo estaba para aumentar, se avecinaba el segundo. Pero apareció Carlos Salom, en la única que había tenido Olimpo en el ST: definió, nadie pudo sacarla y los de De Felippe empataron cuando Independiente se disponía a brindar con tres puntos importantísimos (sí, importantísimos pensando en engrosar el promedio). Desde el clásico que Independiente no gana en el Apertura y pensar sólo en la Copa Sudamericana, donde se cruzará con uno de los mejores equipos del continente, puede mutar, con el tiempo, de sueño a pecado.

Fuente : Olé

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