jueves, 25 de noviembre de 2010

COPA SUDAMERICANA
Semifinal : Palmeiras 1 - Goiás 2
"No me sorprendió Goiás"
Festejo de gol de Carlos Alberto. Y pasó Goiás...

Mientras Independiente sueña con pasar a la brava Liga, está el otro finalista de la Copa: el humilde Goiás, que acaba de descender y noqueó a Palmeiras de visitante. Mohamed le contó a Olé lo que vio por TV.

"No me sorprendió lo de Goiás. ¿Sabés por qué? Porque venía de ganar todas sus series como visitante. Entonces, aunque a algunos les parezca raro, a mí no. Todos lo vimos acá en la concentración, claro que sí. El gol del empate en el final del primer tiempo les dio ánimo para después poder dar el golpe. Ahora nosotros tenemos que hacer lo nuestro contra la Liga. Acá no hay rivales sencillos, pero mirá que no se sencillo jugar de visitante, y Goiás lo volvió a hacer". El análisis del Turco Mohamed con Olé, cerca de la medianoche, tiene un porqué. El porqué es que ya está el primer finalista de la Sudamericana, esa Copa que sueña con alcanzar el Rojo, que debe levantar el 2-3 contra la Liga esta noche.

El golpe del Goiás

El aperitivo de la Copa Sudamericana, que Independiente consumió en su concentración mientras espera el duelo con Liga, fue toda una lección de que lo un equipo no debe hacer un duelo directo de Copa: confiarse. El Palmeiras tenía medio pasaje en el bolso desde el partido de ida jugada en Goiania, cuando se trajo un 1-0 que le dejaba la clasificación a punto caramelo para terminar de cocinarla en la revancha, pero… El fútbol sigue siendo la dinámica de lo impensado. Y un juego donde un equipo que el fin de semana descendió a la segunda del fútbol brasileño, como el Goiás, puede dejar afuera a un grande del fútbol brasileño dirigido por otro grande como Felipe Scolari.

Pero, para sumarle aderezos, Palmeiras incluso ganaba esta revancha en su casa. Después de pelotear un rato al Goias, al fin se puso en ventaja a los 33 minutos del primer tiempo con un gol de Luan. Pero la primera alarma de la noche se encendió cuando Carlos Alberto empató de cabeza en el minuto 47 de esa primera etapa. El empate fue un golpe inesperado para Palmeiras, que se cargó de nervios, porque sabía que un error podría dejarlo directamente afuera del torneo. Y condenarlo a todos los oprobios futboleros. Efectivamente, lo que ocurrió en la segunda parte, cuando Goias acertó un pleno con un cabezazo de Ernando, que apareció para meter el segundo cabezazo casi debajo del arco, y para desatar las lágrimas de los niños que estaban en el estadio.

Además de estudiar al Goiás, de conocer las señas particulares del rival que Independiente puede tener en la final, el Turco y compañía recordaron la lección: nunca hay que confiarse.

Fuente : Olé

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