sábado, 25 de diciembre de 2010


La mística del Rey de Copas reapareció tras 15 años
El Rojo recuperó el fuego sagrado que siempre lo caracterizó a nivel internacional y se consagró campeón de la Copa Sudamericana. De la mano de Mohamed, el equipo dejó atrás un flojo arranque de semestre y cortó la sequía de festejos. No obstante, la alegría no fue completa por el último puesto en el Apertura.

Por Martín Rubino

La mística copera que bañó de gloria a la historia de Independiente renació luego de 15 años y se corporizó en un equipo que será recordado por su actitud ganadora. El Rojo, con la llegada de Antonio Mohamed, conquistó la Copa Sudamericana y sumó su 16° título internacional para desatar la algarabía de sus hinchas. Una conquista que revitalizó la esperanza y oxigenó el clima en un momento complejo del club.

Quizás pocos lo recordarán por el brillo de su juego, pero el Independiente del Turco ya se ganó un lugar en la historia gracias al coraje que exhibió en los segmentos cruciales. El mismo grupo de jugadores que fue abucheado en el efímero ciclo de Daniel Garnero se reinventó gracias al mensaje motivador de Mohamed. Y el sueño de llevarse el torneo se cristalizó luego de las ajustadas victorias en las series ante Argentinos, Defensor Sporting de Uruguay, Deportes Tolima de Colombia, Liga de Ecuador y Goiás de Brasil.

Hilario Navarro fue invencible bajo los tres palos, Eduardo Tuzzio se erigió como líder defensivo, Hernán Fredes y Roberto Battión entablaron una gran sociedad, Cabrera y Mareque administraron las bandas, Patricio Rodríguez y Nicolás Martínez aportaron el cambio de ritmo clave, y Silvera y Parra desgastaron las redes rivales. Al Rojo nunca le sobró nada, pero le bastó con su corazón copero para caminar con presición por las delgadas cornisas. En 2011, el club de Avellaneda intentará meterse en la fase de grupos de la Libertadores (enfrentará a Deportivo Quito en el repechaje), jugará la Copa Suruga Bank y la Recopa Sudamericana.

No obstante, la alegría no fue completa porque la apuesta por la Sudamericana obligó a descuidar el Apertura. Si bien se potenciaron jóvenes como Samuel Cáceres, Ignacio Barcia, Martínez, Iván Pérez y Brian Nieva, el equipo de cabotaje terminó último con dos triunfos (aún debe un encuentro ante Tigre). De cara al año próximo, Mohamed deberá reforzar al plantel y no descuidar el frente local, para así evitar cualquier complicación con los promedios. El colombiano Iván Vélez es la primera cara nueva.

Y a la hora del brindis tradicional, también será apropiado reconocer al Independiente que peleó el Torneo Clausura. El triste desenlace no debería enterrar los elogios para aquel elenco de Américo Gallego, que entusiasmó en la primera parte del año. Las atajadas de Gabbarini, los pincelazos eléctricos de Ignacio Piatti, el panorama de Walter Acevedo y los bombazos de Leonel Núñez sostuvieron una esperanza que no tuvo final feliz. Para olvidar rápido: la racha de lesiones, la soberbia del Tolo y las dolorosas derrotas ante San Lorenzo, Boca y Argentinos.

Fuente : TyC Sports

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