lunes, 28 de marzo de 2011

TORNEO CLAUSURA 2011
Independiente 1Banfield 1

Agotado: Independiente sigue lejos de sus objetivosIgualó 1-1 con un Banfield conformista; la doble competencia le pasa factura con los lesionados y un progresivo desgaste; mirá los goles

Da la sensación de que la temporada va más rápido y es más exigente de lo que Independiente es capaz de soportar. Sometido a la doble exigencia de engordar un promedio abruptamente adelgazado y de encarrilar la clasificación en la Copa Libertadores, a Independiente se lo ve con la lengua afuera, fatigado y sin mucha lucidez mental. La competencia acumulada lo está triturando y no le sobran espaldas ni aptitud para cargar con tanto. Independiente empezó la competencia oficial antes que nadie (el 25 de enero, con el repechaje frente a Deportivo Quito) y tiene más partidos disputados que cualquiera (14 en el término de 61 días, lo cual da un promedio de un encuentro cada 4,3 días).

A este ritmo, Independiente obtiene menos puntos de los que desea y acumula más lesionados de los que puede asimilar un plantel que no es tan corto en cantidad (la planilla oficial del club da cuenta de 34 profesionales), pero sí escaso de jugadores determinantes y valiosos, de esos que pueden rendir varios partidos en un alto nivel. La enfermería del club deberá crear un anexo para atender a tantos lesionados. A los cuatro que ya tenía, ayer se sumaron dos más, Navarro y Cabrera, cuyos músculos no aguantaron más de un tiempo.

Independiente empató con un Banfield más entero, pero demasiado calculador y conformista, poco atrevido para apurar a una defensa no muy segura. Cuando lo hizo, Banfield bien pudo ilusionarse con el triunfo, pero, en el segundo tiempo, prefirió ser más conservador y especular con algún descuido local, como en un mal saque de arco de Assmann, que el propio reemplazante de Navarro remedió con una tapada ante García, o cuando la veteranía y la ubicuidad de Tuzzio fueron rebasadas por la aceleración juvenil de Ferreyra, que definió débilmente.

En las urgencias de Independiente, salta más a la vista la retardada maduración de Rodríguez, que no acaba de pegar el salto para dejar de ser "Patito". El 10 de los Rojos empezó siendo de lo mejor de su equipo y del partido. Por la izquierda imponía su gambeta en velocidad y les complicaba la vida a Barraza y a Gómez, ambos amonestados en menos de 25 minutos por cometerle fuertes foules. Como tantas otras veces, Rodríguez empezó a irse del partido, entró poco en juego y Barraza lo fue controlando ya sin necesidad de darle un golpe. Patito terminó el cotejo al revés de como lo había iniciado: corriendo hacia atrás, nervioso, siendo amonestado por una falta a García.

Independiente extraña los goles de Silvera, que por lo menos ayer compensó con tres asistencias que ninguno de sus compañeros parecía en condiciones de ejecutar. El Cuqui puede ser discontinuo, pero tiene sensibilidad en el pie, entiende el juego y no sucumbe a la presión. Puso en el camino al gol a Parra, que tuvo la generosidad de habilitar al colombiano Vélez, insólitamente enredado cuando debía tocar la pelota hacia el arco vacío.

Una salida en falso en un córner de Bologna, que chocó con un compañero, dejó la pelota suelta para que Tuzzio la empujara al gol. Banfield sufría con un déficit que ya lo amargó en partidos recientes: los goles recibidos en jugadas con la pelota detenida.

En ventaja, Independiente no tuvo tranquilidad para manejar el desarrollo. Banfield, obligado, avanzó, y el equipo de Mohamed se empezó a poner nervioso. A veces con razón, como cuando Toia debió expulsar a Gómez por doble amonestación, y en otras sin causa justa, como en el reclamo de un offside inexistente en el empate de García. La impotencia igualó a los dos en el segundo tiempo. Independiente buscó sin fluidez ni precisión ese triunfo que le es esquivo. Gasta energías, pero los objetivos le siguen quedando lejos.

Fuente : Canchallena

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