TORNEO CLAUSURA 2011
Independiente 4Newell´s 0

¡Al fin!, ganó IndependienteCon dos goles y dos asistencias de Nicolás Cabrera, el equipo de Mohamed volvió al éxito con una goleada por 4-0 sobre Newell´s; una bocanada de aire para los Rojos.

Era un partido clave para Independiente. Las últimas semanas tan turbulentas, los partidos consecutivos sin ganar que traía, la incertidumbre alrededor de Antonio Mohamed... Los jugadores de los Rojos tuvieron que salir a rendir un examen. Debían demostrarle a su gente, que conmueve con su acompañamiento, que podían levantar y, sobre todo, debían convencer de que la esperanza de recuperación es posible en un torneo Clausura que se volvió peligroso como consecuencia de un bajo promedio.

Despabilado y atrevido como pocas veces se lo había visto en el torneo, Independiente no tardó en desacomodar a un Newell's que empezó demasiado relajado. Si el conjunto rosarino pretendía tomarse un tiempo para estudiar el partido, el Rojo le propuso un curso veloz, ágil, que no tardó en obtener una nota alta, ya que a los 3 minutos Nicolás Cabrera definió con un derechazo cruzado bajo después de un rebote que cedió Sebastián Peratta. Un par de minutos más tarde fue el propio Cabrera, con un disparo de media distancia que se desvió en Rolando Schiavi, el que aumentó el marcador nuevamente.

Cabrera aportó casi todo por el costado derecho y fue clave para torcer enteramente la suerte del equipo. Independiente llegó cinco veces, capitalizó cuatro y en todas las acciones de peligro participó el volante. A los 25 minutos, Silvera volvió al gol y lo hizo después de un centro atrás de Cabrera.

A Newell's le costó darse cuenta de que el partido le exigía una actitud más decidida y comprometida. Roberto Sensini había alertado: "Más allá del momento de Independiente, tenemos que pensar en nosotros, porque tampoco estamos punteros" . Y la verdad es que Newell's pareció un conjunto desinflado, de movimientos contracturados, sin fluidez en el armado. Una sola acción de riesgo generó en el primer capítulo y fue a través de un tiro cruzado de Claudio Bieler.

Después de la apabullante efectividad de los Rojos, se jugó muy poco en el segundo tiempo; si por esto entendemos que haya continuidad, buena técnica o coordinados movimientos colectivos. Todo se hizo chato y deslucido en la medida que la intolerancia se hacía presente en la tribuna visitante, donde los hinchas leprosos no cesaban de tirar proyectiles a los hinchas de Independiente. Así, la segunda etapa se alargó como un chicle y se hizo más tediosa porque el desarrollo en rara ocasión escapó de la lucha. Sólo en los minutos finales, luego de una de las repetidas interrupciones, las acciones se abrieron un poco y hubo un resquicio para la emotividad. Pero sólo eso. Hubo ejes fundamentales en el triunfo de Independiente. El incansable ida y vuelta de Iván Vélez, el impecable trabajo de Eduardo Tuzzio como volante central y la gran tarea de Cabrera, que asistió también a Jairo Castillo en el 4-0 definitivo.

La sucesión de imágenes electrizantes del primer tiempo, decorada con goles y con felicidad, actuó como manto salvador. Independiente tuvo una etapa para disfrutar y para construir una goleada más que necesaria.

Fuente : Canchallena