martes, 13 de diciembre de 2011

TORNEO APERTURA 2011 _ FECHA 19 _
Independiente 2Tigre 1

Independiente no entró a la Copa pero terminó con una sonrisa

Los Diablos perdían en Avellaneda por el gol de Cachete Morales en la primera etapa, pero en el complemento Parra se amigó con la red para decretar la igualdad, y luego Fredes desde media distancia anotó el 2 a 1. El resultado no alcanzó para ingresar a la Copa Libertadores.

En el fútbol actual hay, como desde hace añares, once jugadores por equipo. Juegan un partido donde el útil es uno solo. Cuando se lo prestan entre sí los de camisetas con diferente color, por lo general los encuentros suelen dejar la belleza de lado; la situación cambia si es monopolizado por quienes mejor lo tratan. Así ocurrió en la noche de Avellaneda.

Nunca se sabrá cuál fue el planteo inicial de Tigre, si aguardar en campo propio o buscar el rol protagónico desde el comienzo; los planes cambiaron allá por los diez minutos. Leonel Galeano cometió una infracción dentro del área del dueño de casa, que hasta ese entonces no había dado pie con bola, sólo Matías Defederico intentó en ataque sin llegar a buen puerto en ninguna de sus arremetidas, y Cachete Morales canjeó penal por gol.

Corrían doce minutos y ganaba la visita. Los dirigidos por Vasco Arruabarrena jugaban con una misión y una utopía: ganar para engordar su flaco promedio, como también soñar con la clasificación a la próxima edición de la Copa Libertadores. En Independiente la misión era la misma, conseguir una victoria, esperar una combinación de resultados, y saberse dentro del certamen continental.

Durante la etapa inicial quien estuvo próximo a su cometido fue el elenco Matador. Tanto por resultado como por juego, créase o no, para la época una cosa no va de la mano de la otra. En el mediocampo, entre Godoy, Ferreyra, Fredes y Defederico, Román Martínez y Diego Morales se hicieron grandes; de sus ideas, Tigre se mostró más eficaz en la ofensiva.

Tres jugadores (los anteriormente citados más Luna) y apenas un par de pases le alcanzaban a los de zona norte para enfrentar cara a cara a Hilario Navarro, por caso Chino Luna desperdició el segundo tanto en una oportunidad similar a la relatada con anterioridad. Ellos se encargaron de darle brillo a los 45 minutos iniciales.

Para el complemento, Ramón Díaz decidió cambiar. Entendió que de seguir así el resultado no lo acompañaría y en consecuencia echó mano al banco de suplentes. Adentro Patricio Rodríguez y el claro mensaje de revertir el trámite del partido, adueñándose de la pelota.

Al principio le costó a los de Rojo. De hecho, a los cuatro minutos quien tuvo la oportunidad de sentenciar la historia fue Tigre con fortísimo remate de Gastón Díaz desde lejos que terminó estrellado en el travesaño. Ese sacudón produjo el cambio los futbolistas de Independiente.

Perdidos por perdidos, decidieron jugar al fútbol. Jugar. Se juntaron los petizos habilidosos para cambiarle la cara al ataque rojo y lo consiguieron. Benítez, Defederico y Patito Rodríguez comenzaron a divertirse con pases cortos, precisos. De a poco arrinconaron al Matador contra el arco defendido por Javier García. Un poco por astucia propia y otro tanto por la iniciativa visitante de replegarse.

El local lo buscó y lo consiguió. Los chiquitos dejaron mano a mano a Benítez con el uno visitante. Otra vez penal en la noche. Nuevamente un disparo desde los doce pasos en el mismo arco. Se repitió hasta la definición: Parra se amigó con la red y decretó la igualdad parcial.
Luego, cuando los dirigidos por Arruabarrena parecían despertar, apareció Frades. Hernán volvió a ser aquel, el de hace un año, el que en la Copa Sudamericana de 2010 ofició de usina generadora de fútbol y hasta se animó a probar desde media distancia. Acomodó la pelota primero, midió el arco y ejecutó. Su disparo se coló el palo derecho de García para establecer el 2 a 1.

En los últimos minutos compartieron protagonismo. Sin un claro dominador, las emociones ganaron la escena. Gracias al empuje, cualquiera de los dos podría haber modificado el resultado pero no lo lograron. Terminó en victoria local, tres puntos perdidos por Tigre en su difícil pelea por evitar el descenso; unidades que le mantuvieron a Independiente la esperanza encendida hasta el último momento, para morir de pie.

Fuente : Elargentino.com

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