lunes, 20 de septiembre de 2010

Hasta acá llegamos

Garnero, el día de su asunción, junto con Comparada y Menotti.

Tras una reunión en la que no participó Julio Comparada, Daniel Garnero dejó de ser el técnico de Independiente y se llevó puesto al mánager César Menotti, quien sugirió su contratación en lugar del Tolo Gallego. Suena Gamboa.

Tras una campaña teñida de desaciertos y de pobre nivel futbolístico (el partido de ayer fue una clara muestra de ello), donde el equipo Rojo no logró ganar en siete fechas y, además, marcha último en la tabla de posiciones; sumado a la turbia relación que se estaba gestando en el seno de la hinchada con la dirigencia, Daniel Garnero dejó de ser el entrenador de Independiente. La salida del ahora ex DT se dio de forma consensuada entre la comisión directiva y el ex enganche del Rojo y la particularidad de la cuestión se da en el alejamiento del manager: César Luis Menotti. Sí, al igual que Garnero, El Flaco dejó su cargo y se aleja del mundo Independiente. La renuncia del ex DT campeón del mundo en el ’78 podría entenderse como una gentileza para con Garnero; ya que el Dany llegó a ponerse el buzo luego del OK dado por Menotti (y bajarle el pulgar a la renovación del Tolo Gallego, hace cuatro meses).

El Dany pasó por VIlla Domínico para despedirse de sus dirigidos y habló brevemente: "No es una conferencia de prensa, simplemente les confirmo lo que ya se sabe". Dicho esto, encaró para la zona donde se cambian los jugadores y se despidió del plantel. Con tranquilidad, el ex técnico de Independiente dio por terminado el ciclo y optó por no sacar conclusiones todavía.

Así las cosas, Independiente queda a la deriva. Al menos por ahora. Porque según informaron desde el club, para el domingo quieren tener un DT confirmado; nada de interinatos (Pancho Sá dirigirá el entrenamiento de hoy). Y, a pesar de que los candidatos que suenan son muchos (Fernando Gamboa, Jorge Fossati, Néstor Pekerman, Néstor Gorosito, Enzo Trossero; entre otros), el que corre con ventaja es Américo Rubén Gallego. Sí, el Tolo. El mismo hombre al que hace dos par de meses no le renovaron el contrato. Hoy, es el candidato número uno para dirigir este Rojo que no encuentra el rumbo. Y las chances son concretas, a saber: cuenta con el respaldo de los hinchas (lo pidieron desde siempre), la relación con el presidente Julio Comparada está en buenos términos y la salida de Menotti (con quién sí terminó mal, con declaraciones cruzadas incluidas) son factores que le juegan a favor al ex volante de River y de la Selección. Será cuestión de esperar, pero el Tolo tiene mucha banca…

El paso de Garnero por el Rojo

Siete partidos. Como si fueran los pecados capitales, cada uno de esos encuentros fueron agrandando la cruz de Daniel Garnero. Y después de la humillación ante Banfield en la derrota por 0-4, ni el Diablo soportó la herejía: chau a Dany, chau a César Luis Menotti, chau a cualquier tipo de proyecto.

En estos siete encuentros del torneo local, Garnero no pudo obtener ni siquiera una victoria. En la Sudamericana, pese a no mostrar mejorías en el juego, logró avanzar de fase tras un ajustado triunfo por 1 a 0 de local y un empate en 1 en Argentinos. El total de sus números: 26% de efectividad, cuatro derrotas, cuatro empates, una victoria.

Hay mucha diferencia con el anterior ciclo de Independiente, el del Tolo Gallego, aquel que revive en el clamor popular de las tribunas rojas. En la misma cantidad de partidos, el DT ex Newell’s sumó 14 puntos, y finalizó ese torneo en la 4° posición con un 59% de efectividad. Los números del ciclo que termina incluso están lejos de los conseguidos por Garnero en su primera experiencia como entrenador, en Arsenal: 46%, con 37 partidos, 14 victorias, 9 empates y 14 derrotas, además de la obtención de la Copa Suruga Bank. Pero el Diablo no perdonó: los siete partidos sin victorias fueron demasiado pecado para una vieja gloria del club.

FRANCOTIRADOR

Rojo: caos con o sin Garnero

Independiente está metido en un lío que trasciende la goleada que recibió ayer en el Sur e incluso su posición en la tabla. Su crisis futbolística es profunda, estructural y acaso terminal, por lo menos en lo que atañe al bueno del Dany Garnero. El muchacho se fue de la cancha de Banfield sin formular declaraciones. ¿Habrá tomado nota de las señales emanadas de sus dirigidos? Y en ese caso, ¿las considerará transitorias o definitivas? Porque no es indispensable demasiada perspicacia para registrar que lo de ayer resultó bastante más sugestivo que la manifiesta inferioridad ante un rival objetivamente superior. Por las razones que fuere (anarquía táctica, confianza mellada, desconcierto) los jugadores de Independiente dieron un elocuente ausente sin aviso. Perdieron el 95 por ciento de esas pelotas que se dan en llamar “divididas” y se entregaron al tobogán sin decir esta boca es mía. Y muchísimo antes del 0-4. Es decir: si ayer, ante Banfield, era el momento de jugarse el pellejo por su entrenador, ni de lejos, o lo disimularon muy bien.

Frente a semejante panorama, urge subrayarlo, Independiente está metido en un lío igual de preocupante, con Garnero o sin Garnero. Hagamos las cuentas: César Menotti desaconsejó la permanencia del Tolo Gallego, el presidente Comparada ejecutó lo que sugirió Menotti, Garnero fue el entrenador elegido para llevar adelante la renovación y la renovación es este terreno yermo matizado con la única excepción de un azaroso pase de ronda ante Argentinos, en la Sudamericana.

¿Y ahora? ¿Habrá ideas y energías para una refundación? ¿Habrá plan B? A primera vista hay demasiado camino para tan escaso combustible.

Walter Vargas

Fuente : Olé

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