viernes, 29 de abril de 2011


Busse abuso
Los hermanos Busse pasaron un muy mal momento.

El volante del Rojo salió de noche, llevó chicas a su casa que lo doparon y le robaron. Más allá de reparos morales, el DT Mohamed les había pedido a los jugadores que no salieran. Hay polémica.

A Walter Busse lo engañaron, lo durmieron y le robaron. Le podría haber pasado a cualquiera, sí. Es más, debe a haber muchas víctimas de lo que se conoce como la Viuda Negra y nadie se sorprendería si el protagonista hubiera sido el Ogro Fabbiani -que conste, simplemente por antecedentes-. Sin embargo, se trata de un jugador de Independiente y entonces el hecho policial no sólo toma envergadura desde lo mediático -potenciado por los tweets de su novia- sino porque, encastrado en la coyuntura del Rojo, tiene connotaciones deportivas, justo en una semana en la que la palabra compromiso era la más solicitada puertas para adentro en el vestuario. Lo cierto es que el futbolista tomó una decisión personal que terminó afectando su desarrollo profesional, y al equipo... ¿O acaso Mohamed no había declarado que el salteño podía ser titular ante Boca? Por caso, los foros de las páginas partidarias explotan con mensajes de simpatizantes indignados por el comportamiento del volante... Creen que Busse abusó.

Más si se tiene en cuenta que Independiente el último fin de semana había empatado (casi perdido) con All Boys un partido que tenía ganado y el equipo se había ido insultado y silbado de la cancha; que el lunes trascendió que Roberto Battión le echó la culpa al trabajo en la semana (físico, táctico y de compromiso grupal) por ese 2-0 que terminó 2-2; y ese mismo lunes, ante todo esto y en medio de una fuerte reunión que duró dos horas, el Turco les pidió a sus jugadores que se cuiden en la semana y no se expongan...

Pero a poco más de 24 horas del expreso pedido del técnico, Busse -que había ingresado ante All Boys- decidió el martes por la noche ir a cenar con su hermano, Luis, a Puerto Madero. En el lugar, ambos conocieron a tres chicas (hay quienes indican que eran dos) y las llevaron al departamento que el jugador tiene en Caballito para disfrutar de la noche. Conclusión, estas mujeres los drogaron y se llevaron “un plasma de 32 pulgadas, una computadora, dos celulares y el auto” (un Minicooper), según consta en la denuncia que el volante hizo en la Comisaría 12ª bajo el argumento de que “el miércoles, a las 22.45, llegó a su casa y se encontró con que lo habían robado”. Es más, también indica que le fue a preguntar al portero qué había pasado, pero el hombre no trabaja de noche.

Luego, se conoció que las circunstancias del hecho no habían sido así. Y mientras desde la fiscalía que entiende en la causa se pide reserva con el tema, el futbolista hoy debería presentarse a declarar y hasta le harán estudios para determinar qué tipo de droga tiene en su cuerpo... Por lo pronto, el volante al que hace poco el club le renovó su contrato hasta 2015, que es muy querido por los hinchas por haberse declarado fana del Rojo, que había vuelto a tener rodaje en Primera -tras la fractura de tibia y peroné que sufrió en marzo de 2010- se encuentra muy mal anímicamente no sólo por el robo sino que habría que ver cómo esto repercute en su carrera.

El tema es que ese mismo miércoles a la mañana, Busse faltó al entrenamiento que estaba programado para las 10 y, ante su ausencia y la preocupación del cuerpo técnico, se informó que debía ir al dentista; cuando en realidad aún estaba bajo los efectos de las drogas y debió ser asistido posteriormente por el médico del plantel, Luis Chiaradía.

En el seno del equipo muchos están consternados por lo que le pasó a Busse. Su calidad humana es el valor más preciado dentro del grupo, más aún después de todo lo que le costó recuperarse de la fractura de la pierna izquierda. Si hasta figuraba en la nómina de la Copa Sudamericana y tiene su medalla de campeón pese a que no jugó, y por ese entonces tomaba ritmo en la Reserva...

Busse es un jugador que no acostumbra a tener problemas extrafutbolísticos, que no suele faltar a las prácticas ni es considerado un jugador “fiestero”. Sin embargo, el volante se arriesgó en la noche, invitando a desconocidas a su casa, pero también lo hizo en un momento deportivo de Independiente poco oportuno. Y no sólo sufrió consecuencias económicas, morales y físicas sino que, quizás, este desliz también le complique la carrera.

Fuente : Olé

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