jueves, 15 de septiembre de 2011


"Cuando me llamó mi viejo, pensé que era una joda"
Emiliano Díaz cuenta su sorpresa sobre el ofrecimiento que le hizo su papá para ser ayudante de campo. Elogia al Ramón técnico y dice no preocuparse por el qué dirán.

Cambió su imagen. Ahora luce un look de tipo más maduro, menos aniñado. Y cambió su rol. Emiliano Díaz ya no es el que se pone los cortos sino el que analiza desde afuera. Antes compartía plantel con papá, pero como jugador. Hoy, el hijo del DT es ayudante de campo. De esta sorpresiva noticia, entre otras cosas, charló con Olé .

-¿Qué función vas a cumplir dentro del cuerpo técnico? -Voy a ser ayudante, tan simple como eso. Estaré acompañandolo, aportando lo mío y aprendiendo lo máximo posible.

-¿Qué dijiste cuando te ofreció trabajar con él? ¿Cómo fue esa charla? -Yo no lo podía creer inicialmente porque cuando él me lo propuso fue antes de que apareciera la chance de Independiente. Estábamos de vacaciones, en familia, y me lo dijo a raíz de una propuesta que él recibió para dirigir en el exterior. Lo pensé bastante porque yo estaba jugando todavía. Pensé que era una joda hasta que vi que la cosa venía en serio y lo analicé. Me convenció porque él convence de cualquier cosa a cualquiera, ¿y cómo no me iba a convencer a mí? Es mi viejo pero también es un técnico ganador al que respeto muchísimo. Estar a su lado me hará crecer profesionalmente. Me siento un privilegiado.

-¿Qué dicen tu mamá y tus hermanos de esto? -Es que fue una decisión familiar. Cuando me lo propuso, dudé. No tenía pensado dedicarme a esto más allá de tener casi decidido que no seguiría jugando al fútbol. Después, lo pensamos todos y aquí estoy.

-¿Cuándo decidiste dejar el fútbol y por qué? -Lo empecé a analizar a raíz de una lesión. Mi familia me vio sufrir mucho. Una pubialgia me mató, me hizo sufrir muchísimo y tenía decidido no operarme. La pasé realmente muy mal y me iba a dedicar a otra cosa. Al final, me convenció y decidí hacer bien las cosas: mientras avanzo aprendiendo a su lado y al de Sebastián (Rambert), hago el curso de entrenador. Es buen negocio: aprendo y me enriquezco.

-¿Te perjudicó o te ayudó en el fútbol ser “el hijo de...”? -Honestamente, nunca le di pelota. Pero te lo digo de corazón, ¿eh? Siempre fui un jugador con mucha personalidad que supo abstraerse de esa situación. Nunca me importó lo que dijeran. Siempre estuve en el foco por ser “el hijo de” pero no le di importancia.

-En San Lorenzo se decía que un foco de conflicto era que vos y tu hermano estaban dentro del plantel y podían ser buches de tu papá, el DT. ¿Cómo evitar eso hoy? -Es que nunca me importó evitarlo. Ojo, sé que hoy estoy en un lugar más cómodo, pero siempre me banqué la que vino sin problemas. Quizás tenga que ver con mi personalidad y a un tipo más débil lo hubiera afectado. Sé lo que di, qué clase de persona y profesional soy. Hoy, en otra función, quizás la cosa sea más cómoda porque me siento muy útil con su convocatoria.

-¿Sos de opinar de fútbol con tu papá? ¿Te escucha? ¿Discuten? -Papá siempre escuchó a Sebastián y conmigo también ha sido amplio. Está claro que la decisión final es suya pero no es un hombre cerrado o cabeza dura. En su carrera como entrenador ha demostrado tener mucha personalidad, ser ganador 100%. Es un privilegio estar al lado de ellos con la historia de fútbol que tienen.

-¿Vas a ver las Inferiores? Estando en River fuiste vos el que le avisó a él que había un pibe que la rompía y era Saviola...

-Ya no. Lo de Saviola es cierto pero era compañero mío y el que no veía que Javi era lo que era, estaba ciego. No fue difícil hacérselo ver porque se mostraba solo. Hoy no suelo ver fútbol en los estadios.

-¿Qué lo motivó a tu viejo para venir a este Independiente en crisis? -¡Independiente! ¿Hace falta otra cosa? Si a un entrenador no lo motiva el simple hecho de que un club como éste se interese en él, no lo motiva nada.

-¿A qué jugadores de este plantel vos conocés? -Seguí mucho al Rojo porque soy muy amigo del Cuqui y en la era del Tolo iba a verlo seguido. Creo que mi viejo, con su experiencia y su convencimiento, logrará cosas importantes. Y no es una frase hecha, lo creo de corazón.

Fuente : Olé

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