jueves, 20 de octubre de 2011


Matías Lafederico

El ex Huracán se ilusionó tras ser titular en dos partidos y ser aplaudido por la gente.

Defederico se tiene fe para continuar en Independiente más allá de diciembre y así dar vuelta la historia con la gente. Ya hay gestiones. Qué cambió en sólo diez días.

Otra oportunidad! ¡Otra oportunidad!”, retumba, con eco, en la cabeza de Matías Defederico. No es para menos. En algo más de un semestre su vida futbolística tuvo tantas idas y vueltas como una historia de amor en un culebrón mexicano. Ahora, con cierta continuidad y levantando de a poco su nivel, parece que la cosa dio un giro pese a que había dicho que consideraba imposible revertir la relación con la gente del Rojo. Hoy hay muchas chances de que siga en el club después de diciembre.

El termómetro de su historia se mide con declaraciones que marcaron a las claras los diferentes momentos. En mayo surgió un cortocircuito dialéctico con Cristian Mattera, secretario general del club. Luego del magro semestre que tuvo en la era Mohamed, el dirigente habló de la rescisión del contrato y lo acusó de “haber estado de viaje de egresados” en clara referencia a su falta de profesionalismo. Defederico, quien le contestó públicamente, asumió sus errores y pidió una segunda chance, con la venia del Turco. Igual, este semestre arrancó flojo, sin poder revalidar sus pergaminos cuando le tocó entrar.

Con la llegada de Ramón, las ilusiones de todo el plantel se renovaron. El técnico prometió rotación y así fue: no repitió los 11 ni una sola vez en los siete partidos que dirigió.

Antes de la eliminación en la Sudamericana contra Liga de Quito, Matías retomó su estilo mediático afirmando que sería difícil seguir en el club porque la relación con la gente estaba rota. Pese a eso, Ramón lo puso como titular y no sólo jugó bien sino que el pasaporte a la siguiente fase estuvo en sus pies en una jugada que aún maldice haber desperdiciado. Luego, con Godoy Cruz, tuvo otro voto de confianza desde el inicio. No sólo jugó su mejor partido sino que fue el obrero silencioso del primer gol, habilitando a Núñez. Cuando le tocó salir, escuchó aplausos desde la tribuna y algo en su cabeza cambió. “Levanté muy poco los brazos para no molestar. Ahora queda seguir por este camino. Mi préstamo vence en diciembre pero ojalá pueda renovar seis meses más. Es lo que quiero”, le dijo a Olé , con cierta fe. Dos partidos aceptables y el reconocimiento de varios hinchas lo motivaron.

En enero debería volver a Corinthians. ¿Volverá?

Fuente : Olé

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