La grandeza no se manchaSe terminó la temporada con una goleada ante un equipo que para seguir en Primera no le queda otra que rezar. Pero más allá del corto 5-1, lo mejor de una tarde de definiciones apasionantes, fue que los bocones de turno se tuvieron que tragar las palabras que daban al Rojo como entregador de partidos y desde hoy deberán volver a empezar a familiarizarse con el Nacional que tan bien conducen Ramenzoni y Bricco.

Se acabó el chamuyo. En la cancha, Independiente mostró que la grandeza no se mancha y pasó por arriba a Huracán sin dejar ninguna duda. Tanto se habló de que atajaba el Rusito Rodríguez, que casi ni tuvo que intervenir, aunque hay que decir que en el primer penal de Cámpora, si la pelota iba al lado del palo, la sacaba. Si bien el Turco sufrió el partido, seguro que sacó conclusiones. Debe hacerse fuerte en las decisiones del armado del plantel que viene. Por eso, debe pedir que Silvera se quede. El Cuqui merece retirarse en el Rojo y la dirigencia debe hacer el esfuerzo para retenerlo. Lo mismo con Parra, quien se ganó un lugar de privilegio por sus ganas y goles. Después, que no haya éxodo masivo en cuanto a ventas se refiere y que las incorporaciones sean de primer nivel. Que sigan apareciendo pibes de las Inferiores y hacer una gran pretemporada para tener una base física que evite tantas lesiones. Bueno, a recargar pilas que con un par de retoques podemos pelear en varios frentes, que por ahí hay que agregar un viaje más al de los ya pautados a México, Estados Unidos, Japón, Porto Alegre… ¿Volvemos a Córdoba?

Por Beto Tisinovich

Fuente: Olé